El nacimiento de la ciencia dio lugar a la Ilustración, y posiblemente la característica definitoria de la Ilustración fue la creencia de que los humanos podrían usar la razón y la observación científica y la experimentación para desarrollar modelos del mundo cada vez más precisos. Tales modelos fueron concebidos para ser "verdaderos" en el sentido de que describían la ontología (como era el mundo) de una manera separada de las impresiones subjetivas. La tabla periódica de elementos es un gran ejemplo del éxito de la idea de que la naturaleza puede describirse objetivamente y científicamente por supuesto.
Pero en muchas disciplinas, especialmente en las ciencias sociales y las humanidades, desde la década de 1960 ha habido un coro creciente de voces que desafían la concepción del conocimiento científico como un mapa prístino (mantener el conocimiento puro en su forma original) y objetivo de la única realidad verdadera; por otra parte muchos han argumentado que el conocimiento humano se basa inherentemente en el contexto, que se crea en parte por la forma en que la mente humana organiza y construye percepciones y también por la forma en que la realidad social legitima ciertas ideas en varios tiempos históricos y políticos, y que estos los elementos no pueden estar completamente divorciados de nuestro "conocimiento". Estos estudiosos caen bajo el término amplio "posmodernismo" para resaltar el contraste en los supuestos sobre la naturaleza del conocimiento en contraste con los supuestos modernistas de la Ilustración.
Aunque varios filósofos modernos dudan seriamente de si se puede construir una teoría del conocimiento exitosa, no obstante, se han producido gran desarrollo identificable en el mapeo de los dominios del conocimiento y en el intento de desarrollar sistemas educativos y académicos que comiencen con la estructura básica y los dominios del conocimiento.
Un segundo sistema que ha estado ganando notoriedad últimamente es el de la Gran historia (Big History), que intenta crear una perspectiva a nivel macro de los humanos desde el principio de los tiempos.
En el marco del Sistema del árbol del conocimiento (sistema ToK), es un enfoque que tiene elementos en común con ambos enfoques. El sistema ToK tiene como característica única la propuesta de que la realidad es una ola de energía e información que se desarrolla en cuatro fases principales: materia, vida, mente y cultura. Como parte de una nueva visión unificada, sostengo que resuelve el problema de larga data de la psicología y, por lo tanto, ofrece una nueva forma de conectar la filosofía y la psicología e integrar los sistemas de conocimiento humano en una visión holística más coherente, en la actualidad.
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